viernes, 21 de diciembre de 2012

CUPIDO Y PSIQUE, DE CANOVA.

        En este post trataremos el mito de Amor y Psique, y una de sus manifestaciones culturales modernas, como es el grupo escultórico del neoclasicismo, del autor italiano Antonio Canova, que más tarde explicaremos con más detalle.        

Psique es el nombre del alma. Pero también lo es de una heroína protagonista de una leyenda transmitida por Apuyelo en su Asno de Oro. Psique era hija de un rey y tenía dos hermanas. Aunque la belleza de las tres era notoria, la de Psique sobresalía de las demás, de forma sobrehumana. Así pues su belleza era tal, que desde lugares muy lejanos acudían a admirarla. Pero aun siendo su belleza tan arrolladora, no con- seguía encontrar esposo dispuesto a casarse con ella y así claudicar a sus encantos, pues el temor de éstos a su belleza era tal que ninguno se atrevía. Su padre, que de sus tres hijas tan solo le quedaba ella por casar, estaba desesperado. Esto le llevó a consultar al oráculo, el cual le aconsejó que vistiera a su hija con prendas de casada, y que una vez vestida la abandonase en lo alto de la montaña, pues así el marido, un monstruo, vendría y se la llevaría con él. Pero tal era la desesperación de sus padres que haciendo caso del oráculo la depositaron en la cima. Una vez allí, el viento la traslado, por lo que Psique quedó muy asustada y se durmió. 

        Por otro lado se encontraba Afrodita y su hijo Amor ( Cupido o Eros). Afrodita llena de envidia decidió enviar a su hijo para desgraciar a la bella Psique. La belleza de ésta era tal que muchos hombres la trataban como a una diosa, aumentado todavía más la hybrisde Afrodita hacia Psique. Cupido tendría que aparejar a la más bella, Psique, con el hombre más deforme y poco agraciado del mundo. Una vez Cupido se disponía a destensar la cuerda de su arco y con ello lanzar una flecha a Psique, quedó “paralizado” por su belleza. Se detuvo fijamente para poder contemplar su inmensa belleza, de la cual quedaría prendado. Es por ello que Amor se apoderó de Psique, tal como había augurado el oráculo.


       Al atardecer, Psique despertó y sintió la presencia de su esposo, el cual no le pareció tan monstruoso como temía. Éste le dijo que si no quería perderlo para siempre, no podría verlo. Así que durante varias semanas, Psique y Amor tan solo podían estar juntos por la noche, donde la falta de luz facilitaba la tarea. Psique se sentía muy feliz con su marido, pero un día sintió añoranza de su familia. Tras mucha insistencia hacia su esposo, consiguió su propósito, aun habiéndole su marido explicado, los peligros que podía acarrear su ausencia. Psique fue recibida por su familia y también por sus hermanas. Pero éstas al ver la gran felicidad de su hermana Psique, les invadió una gran envidia. Por ello consiguieron hacer confesar a su hermana, que nunca había visto a su marido. Pero no se limitaron a este acto, sino que fueron más allá, e intentaron convencer a su hermana, de que un día durante la noche, ocultase una lámpara, y mientras su marido durmiera, contemplara su figura. Una vez Psique se encontró en palacio, decidió llevar a cavo su propósito. Pero mientras contemplaba en la figura de Amor a un hermoso adolescente, una gota de aceite hirviente le cayó sobre él. Al sentirse quemado Amor despertó, cual monstruo, enfurecido porque Psique no había cumplido su promesa, decidió huir para no volver jamás. 

        Al no tener la protección de Amor, Psique se lanzó a errar por el mundo, persiguiéndole la cólera de Afrodita indignada de su belleza. Finalmente, Psique cayó en manos de la diosa, que la encerró en su palacio y le impuso una serie de denodadas pruebas (de tal dificultad que Psique no consiguiera superarlas), entre las cuales se incluía, un descenso a los Infiernos, donde debería pedir a Perséfone un frasco de agua de Juvencia que no debía abrir, pero Psique desobedeció, quedando sumida en un profundo sueño. Amor no pudo soportar su separación de Psique y la despertó de un flechazo, para luego subir al Olimpo y suplicar a Zeus que le permitiese casarse con la mortal. Finalmente Zeus aceptó el casamiento entre Amor y Psique, y esta última se reconcilió con Afrodita.   


        Este grupo escultórico, llamado Eros y Psique y compuesto por Canova, está compuesto por dos figuras de mármol tallado no policromado, que representan a Eros o Amor (con sus alas) y a Psique. Este pasaje de la leyenda de Eros y Psique corresponde a la novela El asno de oro, de Apuyelo, autor latino del siglo II. En esta escena, como se puede observar arriba, se sitúa la figura de Eros disponiéndose a besar a su amada Psique, para despertarla del sueño infernal en el que había caído después de desobedecer a Afrodita, la diosa del amor. La historia de Amor y Psique se interpretaba como una alegoría de múltiples lecturas sobre las relaciones entre el amor y el alma; y el artista, al escoger el momento culminante en que Amor está a punto de fundirse en un beso con la durmiente Psique, quiere simbolizar la liberación del alma y el triunfo del amor sobre la muerte. Esta obra, conocida como Amor y Psique, la realizó entre los años 1787 y 1793 el escultor italiano Antonio Canova, para un coronel inglés, John Campbell. Finalmente acabó en manos de un mariscal de Napoleón, el cual, según parece tuvo ocasión de admirarla. Actualmente la obra se encuentra en el Museo del Luovre. Esta obra es uno de los mejores ejemplos de escultura neoclásica. Refleja a la perfección los ideales estéticos de la antigüedad tal como la entendían sus teóricos: belleza idealizada, serenidad, composición equilibrada, tema mitológico de gran carga simbólica y una depurada técnica sobre el mármol de color natural.

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